Me encantan estos guisos de tradición, bien marinera, agrícola o ganadera.
Donde se apañaban con lo que había y eso al final fue el secreto de la evolución sin necesidad de dietistas y sus recomendaciones, nuestros ancestros fueron capaces de comer equilibrado y de todo ajustándose al devenir de lo que proporcionaban las estaciones en conjunción a la demanda energética nutricional requerida.
Hoy vamos con una caldereta marinera por excelencia, exaltada por un ingrediente excelso que es el bogavante. Probadla y veréis lo que es estar cerca del cielo.
Para saber mas de las calderetas leed AQUÍ y para saber mas del bogavante leed AQUÍ o AQUÍ
OJO, sin bogavante también se puede hacer. Obviamente será de otra cosa. Entonces lo único que hay que teneis que tener en cuenta es el tipo de pescado/marisco para que dé el sabor que toca, y a su vez quede en su punto de textura adecuado de cocción para poder disfrutarlo en la mesa.
INGREDIENTES (para 4)
-Un bogavante, media docena de chipirones
-100grs de carne de mejillones
-Un puerro, media cebolleta, un pimiento verde
-Un par de tomates, laurel
-Una patata mediana por persona
-Caldo de pescado (Opcional), con esta relación personas/marisco no es necesario
Cortar las verduras a dados, en brunoise.
Matar el bogavante como se ve en la foto. Ya se que suena fuerte, pero salvo que os lo queráis comer vivo y entero, que no os lo aconsejo, habrá que matarlo antes de cortarlo a trozos para cocinarlo, ¿No?
Separar la cabeza del cuerpo y cortarlo longitudinalmente primero y cada dos anillos en trozos, como de una nuez gorda.
A las pinzas darles un golpe para que se fracture el caparazón. Recoger cuidadosamente todos los líquidos y fluidos que se escapen y reservarlos adecuadamente.
En una sartén honda o caldero, con un buen chorro de AOVE caliente poner a freír los trozos de bogavante a fuego vivo.
Saltarlos para sellarlos y que el aceite coja el sabor del amigo tenacitas.
Cuando los trozos de bogavante hayan cambiado de color y estén ya de esta guisa, sacar fuera de la sartén a un plato y reservar.
Agregar a la sartén la verdura picada encima del aceite aromatizado con el bogavante.
Mientras tanto cortar los chipirones en trozos y medianos. La carne de mejillón ya estaba límpia, si hubieran sido mejillones frescos, los hubiera abierto al vapor.
Cuando la verdura esté pochada echar el tomate rallado y menear para que se fría un poco.
Añadir los chipirones a trozos y saltear todo el conjunto.
Cuando los chipirones estén sellados, agregar una cucharadita de pimentón y mover todo un poco para que se rehogue. Añadir un par de hojas de laurel.
Agregar de inmediato agua o caldo de pescado, con agua es suficiente ya que sustancia tenemos de sobra.
Llevar a ebullición a fuego fuerte.
Pelar y cascar las patatas en trozos del tamaño de media nuez .
Cuando el caldo esté hirviendo agregar las patatas previamente cascadas.
Cocer durante unos 12 minutos a fuego medio-bajo sin que se interrumpa la cocción.
Transcurrido este tiempo, agregar el bogavante y la carne de los mejillones la sartén y continuar cociendo otros 7 u 8 minutos más.
Tratar de que la cocción no se interrumpa mucho al incorporar el marisco frío.
Transcurrido ese tiempo, las patatas tienen que estar bien blandas. Comprobadlo y si es necesario darle un par de minutos más de cocción. Probar y rectificar de sal.
El plato ya está. Si hemos cascado las patatas y lo hemos hecho bien, la fécula de las patatas y los piquitos de las mismas habrán engordado el caldo y tendrá una textura sensiblemente espesa que rodeará un mar de patatas y marisco cuyo olor inundará la casa entera.
Dejar reposar unos minutos, pocos, con un aperitivo rápido.... Ya que sera un suplicio esperar.
Servid a voluntad caldereta a todos los comensales.
Este plato rinde bien para 5/6 personas.....
Habrá para repetir y disfrutarlo bien con un buen vino.
Que os aproveche!!
Bartolo
Buena receta! La seguiré
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